¿Es demasiado pequeñ@ para ir a terapia? - Motriko - Psicoterapia y Psicomotricidad
psicomotricidad educativa, psicomotricidad en familia, psicomotricidad terapeutica, psicomotricidad preventiva, terapia sistémica, dificultades lectoescritura, dificultades sensoriales y motrices, tics, inquietud, inhibición o timidez extrema, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), baja tolerancia a la espera y a la frustración, rabietas, conductas agresivas, problemas emocionales, miedo o angustia, tristeza, duelo, autismo o asperger
17577
post-template-default,single,single-post,postid-17577,single-format-standard,bridge-core-3.1.2,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode-theme-ver-30.1,qode-theme-bridge,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-7.1,vc_responsive

¿Es demasiado pequeñ@ para ir a terapia?

Ciertamente, es una pregunta pertinente que muchos padres nos hacemos. Quizás en el colegio me comentan que les preocupa que no se relaciona con los compañeros, o que no habla lo suficiente claro, o quizás en casa vivimos momentos muy difíciles de rabieta y malestar y pensamos ¿qué estaré haciendo mal?

Ser testigos del malestar de nuestr@s hij@s no es nada fácil, nos sentimos culpables y a veces tememos el juicio peyorativo de los otros, que en realidad no es otro que nuestro propio juicio. Pero los psicoterapeutas preferimos no hablar de culpabilidad… sabemos que todos los padres y madres del mundo que amamos a nuestros hij@s hacemos lo mejor que sabemos y podemos por ellos, y que por ellos haríamos ¿casi? cualquier cosa.

Pero también es doloroso pensar ¿cómo va a ayudarme con esto alguien que no conoce ni ama a mi hij@ como yo lo hago? Por supuesto, qué legítima es esa pregunta también. Sabemos que la batalla más difícil es la que se libra en el día a día, y que las madres y los padres siempre se llevan la mejor y la peor parte.

Por ese motivo, la ayuda profesional está orientada a que las familias encuentren en sí mismas aquellos recursos que aún no han utilizado pero que, aunque no lo sepan, poseen en su interior. Los psicólogos no vendemos fórmulas ni soluciones, no queremos ser quien os diga qué o cómo tenéis que hacer las cosas. En terapia se construye conjuntamente una mirada más amplia del problema, ver qué papel jugamos cada uno y qué otros papeles podemos desarrollar. Por eso para Motriko es tan importante incluir siempre a la familia en el proceso terapéutico del niñ@.

También existe el miedo de que sea “demasiado pequeñ@ para ir al psicólogo”. Es una reflexión que contiene dos trampas. Por una parte, porque cuando son más pequeños los niños están más receptivos: cuando el problema aún no se ha cronificado es mucho menos doloroso para todas las partes implicadas -incluido el niño- abordarlo.

Por otra parte, si pensamos eso es como si dijéramos que ir al psicólogo es, de alguna manera, como un castigo. ¿De dónde procede esa creencia? No estamos del todo seguras, pero pensamos que, viviendo en una sociedad competitiva e individualista, donde los errores son tomados como fracasos y constantemente nos dicen que tenemos que aprender a resolver los problemas por nosotros mismos, parecería que pedir ayuda sea efectivamente la constatación de un fracaso personal como padres, o un mensaje de desaliento o reproche a nuestr@s hij@s.

Nada más lejos de la realidad: primero, porque confiamos en que las soluciones construidas entre varios suelen ser más poderosas. Y segundo, porque en terapia no reñimos ni corregimos. Con los niños principalmente jugamos, porque los psicomotricistas somos especialistas en el lenguaje del juego, que es el lenguaje más auténtico del niño; en el juego leemos aquello que los niños verdaderamente temen… y aquello que desean. Sus dificultades y sus potencialidades. Y a la vez, les acompañamos en un proceso de maduración personal, partiendo siempre desde sus capacidades y no desde lo que no saben hacer. De la misma manera que, en las sesiones familiares, hablaremos con vosotros no sólo de los problemas, sino también de aquello que funciona bien entre vosotros.

Por ese motivo, una de nuestras frases favoritas es la que encabeza nuestra web: “en lugar de buscar lo que no tienes, encuentra lo que nunca perdiste” (N. Maharaj). Y es que sólo desde nuestra verdadera esencia podemos llegar al pleno desarrollo de nuestra persona.

Sí, sabemos que no es fácil dar el paso de pedir ayuda. Y que la vida es un camino con muchas idas y venidas. Aprender a reconocer y nombrar nuestros miedos es ya, de por sí, una gran conquista. Por ese motivo, tómate tu tiempo cuando empieces a plantearte esta decisión. Sabes que, si lo necesitas, estaremos aquí para acompañarte. Puedes llamarnos cuando quieras y hablaremos sobre ello antes de dar cualquier paso. Nunca es tarde para pedir ayuda porque todos nosotros, los niños y los adultos, tenemos nuestro propio ritmo; ése y sólo ése es al compás al que tendremos que aprender a bailar.